Nostalgia y modernidad en el regreso del camisón

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El camisón, prenda clásica que ha sido símbolo de feminidad, deseo y sumisión, experimenta un regreso sorprendente en 2025. En sus diversas versiones, esta pieza se presenta nuevamente en las pasarelas y las redes sociales, generando debates sobre su rol en la historia de la moda y su carga simbólica en torno al control de la mujer. A través de un repaso de su evolución, el camisón refleja las tensiones ideológicas sobre la feminidad, la autonomía y el deseo, mientras la moda se adapta a nuevas interpretaciones sociales.

De una simple ropa de cama a un artículo lleno de simbolismo

El camisón ha sido históricamente asociado a la feminidad. Originalmente diseñado para cubrir el cuerpo de manera recatada durante la noche, el camisón ha atravesado diferentes transformaciones a lo largo de los siglos, desde su uso en el siglo XVIII y XIX hasta su reinvención en el siglo XX como prenda de lujo y seducción. Si bien en un inicio se consideraba una prenda de «castidad» —con cortes largos, cuello cerrado y mangas hasta el muñeco—, la llegada de la moda moderna lo llevó a convertirse en un emblema de sensualidad.

Después de la posguerra, personalidades como Marilyn Monroe y Elizabeth Taylor destacaron al camisón como una pieza seductora y elegante. En escenas memorables, como la de Monroe en Niagara (1953), el camisón se convirtió en un símbolo de atracción, algo que rápidamente se integró en la cultura popular y el cine. No obstante, este gesto de seducción en la moda de las décadas de 1950 y 1960 coincidió con el regreso de la mujer al ámbito doméstico, lo que creó una contradicción entre la carga erótica de la prenda y la perspectiva conservadora del rol femenino.

El auge del camisón en las últimas décadas

Con la llegada del feminismo en los años 60, el camisón fue rechazado por muchas mujeres como símbolo del control patriarcal. Sin embargo, en las décadas siguientes, a medida que las concepciones sobre la feminidad cambiaron, el camisón volvió a formar parte de las tendencias de moda, no solo como prenda de descanso, sino también como pieza de estilo. En los años 90, el slip dress de Kate Moss, heredero directo del camisón tradicional, emergió como una de las prendas más icónicas de la década, combinando sensualidad y libertad de una forma que resonaba con los valores contemporáneos.

Hoy en día, el camisón ha resurgido en diversas versiones, desde las delicadas creaciones de diseñadores como La Perla y Simone Pérèle, hasta reinterpretaciones más modernas que utilizan el camisón como un terreno de empoderamiento y libertad. Para muchas, esta prenda evoca un regreso a la nostalgia, mientras que para otras representa una reinvención de lo que una prenda puede significar dentro de la moda contemporánea.

El fenómeno de las ‘tradwives’ y el regreso del camisón

En esta vuelta del retorno del camisón, las «tradwives» —mujeres que se identifican con roles tradicionales dentro de la vida familiar— han adoptado esta prenda como símbolo de su estética retro y su enfoque hacia la vida hogareña. En redes sociales como Instagram, personalidades como Nara Smith y Betty Draper (de la serie Mad Men) han ayudado a revitalizar el camisón, incorporando diseños finos y fluidos en su vestimenta diaria. Aunque la moda de estas mujeres se inspira en lo vintage, su reivindicación del camisón enlaza con un debate actual sobre el papel de la mujer en la sociedad.

Opciones renovadas y fortalecimiento personal

El regreso del camisón también se ha visto reflejado en el ámbito de la moda sostenible y ética. Marcas como Sleeper y Helenè The Label han rescatado el camisón en sus colecciones, reinventándolo con mensajes de empoderamiento y libertad. Algunas firmas lo adaptan para enfatizar la autonomía femenina, mientras otras lo resignifican como una prenda moderna que responde a las necesidades de una mujer que busca comodidad, sensualidad y elegancia.

Un debate permanente: ¿emblema de dominio o de independencia?

La discusión en torno al camisón sigue siendo relevante hoy en día. Mientras que algunos lo ven como un vestigio de las expectativas tradicionales impuestas sobre las mujeres, otros lo consideran un acto de liberación personal. La forma en que una mujer elige vestir un camisón puede representar tanto su conexión con el pasado como su desafío a las normas establecidas. En este contexto, el camisón trasciende su función original, convirtiéndose en un terreno de negociaciones ideológicas y culturales.

El retorno del camisón ilustra cómo las piezas de moda pueden ser reinterpretadas, resignificadas y adquirir nuevos valores con el paso del tiempo. En un entorno donde las expectativas hacia las mujeres siguen evolucionando, el camisón persiste como un elemento esencial para meditar sobre la feminidad, el deseo y la independencia. La moda, como de costumbre, se transforma, pero la continua interrogante acerca de lo que simboliza el cuerpo femenino permanece vigente.