domingo, marzo 23

Iniciativas de Arca Continental para el tratamiento de aguas residuales

En el contexto del Día Mundial de los Humedales, que se festeja el 2 de febrero, una prominente empresa embotelladora ha reiterado su dedicación hacia una gestión del agua responsable y al cuidado del medio ambiente mediante la instalación de humedales artificiales en México. Con estas acciones se pretende tratar las aguas residuales de forma natural, fomentando su reutilización en actividades productivas y apoyando el bienestar de las comunidades locales.

Apuesta por soluciones sostenibles

La empresa, junto a una prestigiosa firma de bebidas, ha destinado más de 80 millones de pesos a alternativas sostenibles para el tratamiento de aguas residuales en la nación. Esta colaboración ha dado lugar a la creación de dos humedales artificiales, situados en Cihuatlán, Jalisco, y en el Valle de Mexicali, Baja California. Estos proyectos tienen como objetivo procesar el agua residual de manera natural, permitiendo su reutilización en riego agrícola, en procesos industriales y para la conservación ecológica, lo que refuerza la sostenibilidad de los ecosistemas locales.

Humedal en Cihuatlán, Jalisco

Humedal de Cihuatlán, Jalisco

El humedal situado en Cihuatlán abarca más de 3 hectáreas y emplea un sistema que combina biofiltros de arena y grava con plantas de raíces bulbosas. Este diseño permite eliminar contaminantes de forma natural, logrando un flujo constante de aproximadamente 34 litros por segundo, lo que se traduce en más de mil millones de litros de agua tratada al año. Este proyecto beneficia a más de 18,000 personas anualmente, contribuyendo a la recuperación de lagunas locales y fomentando la biodiversidad de la zona. Además, abastece un vivero agroforestal de 780 metros cuadrados, donde los habitantes cultivan plantas ornamentales, impulsando la economía local.

En el Valle de Mexicali, se ha construido otro humedal artificial con sistemas de filtración similares. Este proyecto puede tratar cerca de 900 millones de litros de agua al año, logrando una eficiencia del 75% en la reducción de contaminantes y con una futura capacidad de hasta 70 litros por segundo. El agua tratada se utiliza principalmente para el riego agrícola, apoyando la seguridad hídrica de la región y beneficiando a más de 28,000 personas.

En el Valle de Mexicali, se ha desarrollado otro humedal artificial con sistemas de filtración similares. Este proyecto tiene la capacidad de tratar cerca de 900 millones de litros de agua al año, alcanzando una eficiencia del 75% en la reducción de contaminantes y con una capacidad futura de hasta 70 litros por segundo. El agua tratada se destina principalmente al riego agrícola, apoyando la seguridad hídrica de la región y beneficiando a más de 28,000 habitantes.

Ambos humedales están inspirados en procesos naturales y emplean sustratos y plantas que funcionan como fito-depuradoras, es decir, plantas que purifican el agua residual. Esta tecnología permite disminuir los costos de mantenimiento y favorece la sostenibilidad a largo plazo. Aprovechando los niveles del suelo para el manejo del agua y los lodos por gravedad, se elimina la necesidad de productos químicos y se reduce el consumo energético, proporcionando una alternativa ecológica y eficiente para el tratamiento de aguas residuales.

Dedicatoria a la comunidad y al entorno natural

Compromiso con la comunidad y el medio ambiente

Reconocimiento y cooperación

En la inauguración del humedal en el Valle de Mexicali, las autoridades estatales y municipales resaltaron la relevancia de la cooperación entre el sector privado, organizaciones de la sociedad civil y el gobierno para mejorar las condiciones de vida de los residentes. La gobernadora de Baja California subrayó que, al aunar esfuerzos, se puede contribuir de manera significativa al bienestar de las comunidades, especialmente en aquellas con mayores necesidades.

Mirada hacia el futuro

Perspectivas futuras

La empresa planea continuar desarrollando proyectos similares que promuevan la sostenibilidad hídrica y el cuidado del medio ambiente. Estas acciones no solo buscan mitigar el impacto ambiental de las operaciones industriales, sino también generar beneficios tangibles para las comunidades locales, fomentando un desarrollo más sostenible y equitativo.