domingo, marzo 23

China impulsa un debate sobre la politización tecnológica

Corea del Sur ha optado por detener la utilización de la aplicación de Inteligencia Artificial (IA) DeepSeek a causa de inquietudes relacionadas con su método de recopilación de información. Esta decisión se debe a la potencialidad de que datos sensibles se guarden en servidores situados en China, lo cual ha provocado preocupación en el ámbito de la seguridad de la información.

Los funcionarios de Corea del Sur han subrayado que la paralización temporal del servicio tiene el fin de asegurar el cumplimiento de las regulaciones de protección de datos personales en la nación. La Comisión de Protección de Información Personal (PIP) comunicó que la suspensión del servicio empezó el sábado a las 18:00 horas locales (9:00 GMT) y se reactivará tan pronto como la compañía implemente los cambios necesarios para alinearse con la ley actual.

Las autoridades surcoreanas han enfatizado que la suspensión temporal del servicio busca garantizar el cumplimiento de las normativas de protección de información personal en el país. La Comisión de Protección de Información Personal (PIP) anunció que la interrupción del servicio comenzó el sábado a las 18:00 hora local (9:00 GMT) y que se reanudará una vez que la empresa realice las modificaciones necesarias para ajustarse a la legislación vigente.

El ámbito empresarial de Corea del Sur también ha respondido frente a estas inquietudes. Hyundai Motor limitó a sus trabajadores el acceso a la aplicación, citando posibles riesgos de fuga de información. Del mismo modo, los ministerios de Finanzas y Medio Ambiente del país impidieron el uso de DeepSeek hace quince días, sumándose a otras entidades gubernamentales como los ministerios de Exteriores, Defensa Nacional, Economía, Comercio e Industria, que ya habían vetado su uso en sus sistemas internos.

El sector empresarial surcoreano también ha reaccionado ante estas preocupaciones. Hyundai Motor restringió a sus empleados el acceso a la aplicación, señalando posibles riesgos de filtración de datos. Asimismo, los ministerios de Finanzas y Medio Ambiente del país bloquearon el uso de DeepSeek hace dos semanas, uniéndose a otras instituciones gubernamentales como los ministerios de Exteriores, Defensa Nacional, Economía, Comercio e Industria, que ya habían prohibido su utilización en sus sistemas internos.

Por otra parte, las autoridades chinas han reaccionado a la suspensión haciendo un llamado a no «politizar» los desarrollos tecnológicos. Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores manifestó su esperanza de que los países eviten acciones que vayan más allá de los parámetros de seguridad razonables.

DeepSeek ha captado atención internacional desde el lanzamiento de su último modelo de lenguaje, el cual ha sido altamente valorado por su eficacia y costos competitivos en comparación con otras alternativas del mercado. Sin embargo, su enfoque en la administración de datos ha motivado a varios países a examinar su operación más detenidamente e imponer restricciones. Italia y Australia, por ejemplo, han implementado limitaciones en el acceso a esta tecnología en sus entidades públicas debido a preocupaciones similares sobre la seguridad de la información.

DeepSeek ha despertado interés a nivel global desde la presentación de su más reciente modelo de lenguaje, el cual ha sido elogiado por su rendimiento eficiente y costos competitivos en comparación con otras opciones disponibles en el mercado. Sin embargo, su enfoque en la gestión de datos ha llevado a varios países a analizar con más profundidad su funcionamiento y a imponer restricciones. Italia y Australia, por ejemplo, han adoptado limitaciones en el acceso a esta tecnología dentro de sus instituciones públicas debido a preocupaciones similares sobre la seguridad de la información.

El debate en torno a DeepSeek refleja una creciente preocupación a nivel internacional sobre la regulación de la IA y la protección de datos en un contexto de competencia tecnológica global. A medida que estas tecnologías avanzan, gobiernos y empresas buscan equilibrar la innovación con la seguridad, estableciendo marcos regulatorios que minimicen los riesgos asociados con la recopilación y el almacenamiento de datos sensibles.